miércoles, 25 de mayo de 2011

Y que no me digan que ya no tengo alma

Y ya esas ganas acrecentaban. Y también la desesperación.
Esa calma que tuvolugar en el día ya no estaba.
y se escuchaba ese sordido y ansioso sonido del reloj, y sus agujas, y sus horas.
El tiempo. el tiempo se apagaba y solo te veia ahi parado. Mirando, pensando.
otro dia que muere y otro dia que fue inutil, en vano. porque nadie piensa y nadie siente.
y aqui estaba yo con mis dedos manchados, mis mantas acumuladas y una luz lejana que también parecía abandonarme
Pensaba que el tiempo se iba y otra vez me quedaba sola.